“Feelings come and go like clouds in a windy sky. Conscious breathing is my anchor.”
Thich Nhat Hanh
Todo lo que necesitamos para conectarnos con el momento presente está justo delante de nuestras narices, parece una locura que nos olvidemos de este ancla inherente y vital de la vida. Nuestra respiración.
Ahí estamos, leyendo libros, siguiendo a maestros, estudiando filosofía antigua, practicando la espiritualidad, todo para encontrar algún tipo de base en un mundo incierto.
Queremos sentirnos seguros, dignos de pertenencia y amados por quienes somos. Queremos SER simples, pero la mayor parte de lo que hacemos es contraria a esa búsqueda.
¿Qué pasa si todas las tradiciones de sabiduría y prácticas de curación se reducen a una simple cosa? Respirar. Una respiración consciente.
Eckhart Tolle dice que una respiración consciente -inhalar y exhalar- es una Meditación, y la Meditación es simplemente estar (con) uno mismo. Aquí está, la respuesta simple, aburrida, ordinaria y obvia a las preguntas y búsquedas aparentemente complejas e interminables de nuestra mente sufridora que busca la paz.
Y, sin embargo, lo pasamos por alto, nos encogemos de hombros, ignoramos esta puerta al AHORA que parece tan inalcanzable para la inquietud de nuestro ego. Seamos realistas, no queremos dejar la búsqueda y simplemente ser. Al menos en algún nivel. ¿Por qué de otra manera seguiríamos alejándonos o acercándonos a una cosa u otra, mientras nosotros, en algún nivel intuitivo, auto-reflejado, sabemos perfectamente que todo lo que tenemos que hacer es PARAR? El perfeccionamiento, la optimización, el crecimiento, la transformación, la mirada al futuro o lamentar el pasado, el esfuerzo y el anhelo y el deseo.
Tendríamos que aceptar la mundanidad de nuestra respiración y su poder para guiarnos de regreso a todo lo que estamos buscando “ahí fuera”. Tendríamos que renunciar al esfuerzo, soltar la búsqueda. Tendríamos que simplemente ser, respirar y apreciar que eso es todo lo que hay para ser. Este momento ordinario, perfecto en su imperfección, pacífico en su sencillez, seguro en su desapego a lo que es, libre en su no compromiso con el futuro o el pasado. Pero tal vez no lo que la mente busca. Sin grandes revelaciones, sin trompetas, sin fuegos artificiales. Solo presencia.
Yo no sé vosotros, pero cada vez que me rindo a la presencia de mi respiración pienso para mí misma “por qué me tomó tanto tiempo”, o “tan simple y tan hermoso”, PERO, tengo que admitirlo, de antemano. Siempre pongo mucha resistencia. Mi pareja es terapeuta respiratoria, podría tener sesiones y hacer talleres regularmente, pero mi mente y mi cuerpo generalmente se resisten.
No estoy segura de qué es exactamente, pero sospecho que la mente es increíblemente astuta y convincente al convencernos de las cosas obvias que nos ayudan a volver a nosotros mismos. Creo que solemos sentirnos amenazados por las prácticas sin esfuerzo de reducir la velocidad y mirar hacia adentro. Simplemente detente, respira y verás.
Todo lo que buscamos está justo frente a nosotros, en este momento.
Respira y sé libre.
Con amor,
Kanika Frings
Co-Fundador aDIMA Mallorca, Center for Conscious Living
Dimamallorca.com
Consejero holístico
Kanikafrings.com
