Se acerca el invierno, y con los síntomas del resfrío y la gripe cada vez más cerca, es importante mantener un sistema inmunitario fuerte y equilibrado para evitar infecciones. Tomar suplementos puede ayudar a fortalecer tus defensas naturales *, sin embargo, hay una variedad de factores, desde el estrés hasta los malos hábitos alimenticios, que pueden comprometer tu sistema inmunológico. Aquí hay 5 cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de enfermarte este invierno.
Céntrate en una dieta equilibrada
Un sistema inmunológico saludable depende de una combinación equilibrada de vitaminas y minerales a lo largo del tiempo. El consumo de verduras de hojas oscuras como la espinaca, la col rizada y las coles de Bruselas también puede mejorar el sistema inmunológico debido a su riqueza en vitamina C.
Duerme más
Durante la temporada de resfriados y gripe, sentirse agotado y cansado puede comprometer tus defensas naturales, haciéndote más susceptible a infecciones virales y bacterianas. Un sistema inmunológico fuerte es aquel que tiene la capacidad de repararse y restaurarse mientras el cuerpo descansa. Para ayudar a aumentar tu inmunidad y ayudar al cuerpo a defenderse contra sustancias extrañas o dañinas, intenta dormir de 7 a 8 horas por la noche (NIH, 2017). El sueño no solo es beneficioso para tu sistema inmunológico, sino que también mantiene tu salud física y mental.
Aumenta tu ingesta de líquidos
Aumentar el consumo de agua puede hacer maravillas para tu cuerpo de múltiples maneras. El agua no solo ayuda a transportar oxígeno a tus células (asegurando que los sistemas de tu cuerpo funcionen adecuadamente), permite que tus células absorban nutrientes y ayuda a los riñones a expulsar toxinas y productos de desecho (WebMD, 2008). Esto ayuda a que tu sistema inmunológico funcione de manera más efectiva, ya que tus músculos y órganos pueden funcionar a su nivel óptimo.
Reduce el estrés
El estrés crónico puede ser perjudicial para el cuerpo de muchas maneras. No solo reduce la fuerza de las células T (que multiplican e invaden las células infectadas) en el cuerpo, sino que también reduce la capacidad del sistema inmunitario para combatir los antígenos, dejando al cuerpo susceptible a infecciones (Psychosomatic Medicine, 1984). El estrés también puede tener un efecto indirecto en el sistema inmunológico, ya que una persona puede usar mecanismos de afrontamiento poco saludables, como beber y fumar (American Psychological Association, 2006). Si bien no podemos erradicar completamente el estrés de nuestras vidas, encontrar estrategias alternativas saludables como hacer ejercicio, pasar tiempo con tus seres queridos y dormir más puede ayudar a estimular nuestro sistema inmunológico y la salud en general.
Lávate las manos a menudo
Lavarse las manos es una de las formas más efectivas de reducir la propagación de gérmenes y evitar contraer muchas enfermedades. Reducir la frecuencia con que te tocas la cara también puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, ya que los gérmenes pueden ingresar fácilmente al cuerpo a través de los ojos, la nariz y la boca.
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