La alegría es una emoción muy fuerte, de hecho es tan fuerte que cuando la sientes, tu cuerpo reacciona instintivamente. Puedes reconocer la alegría en la cara, la voz y el cuerpo de los humanos, sin importar dónde te encuentres en este hermoso planeta.
Desafortunadamente, hemos sido condicionados para suprimir nuestros propios reflejos, por lo que tal vez la expresión más pura de alegría se pueda encontrar en un niño. La alegría le inundará y se moverá y se hará presente en todo su cuerpo y seguramente te hará sentir alegre cuando lo veas.
Entonces, ¿qué le sucede a la alegría cuando pasan los años? ¿Cómo crece la alegría, cómo evoluciona?
Creo que ahora lo llamamos felicidad.Muchas veces, con el tiempo, adormecemos nuestra capacidad de expresión. La felicidad es diferente a la alegría, simplemente porque es una emoción que se filtra a través de nuestra mente. No causa un reflejo, está controlada por el pensamiento y su expresión es un poco más adecuada para nuestro entorno, un poco más silenciosa, un poco menos apacible, un poco menos ‚tonta’.
Nuevamente me pregunto, ¿qué le pasó a la alegría? ¿Cómo hemos pasado de ser unos locos alegres a a pasar por la vida sin casi ninguna expresión de alegría?
La alegría es éxtasis. La alegría es lujuria. La alegría es pasión.
Éxtasis, lujuria y pasión. Escandalosa. ¡Peligrosa! Y seguramente sexual.
Entonces, ¿hemos enterrado nuestra alegría en el miedo a parecer demasiado lujuriosos, demasiado extáticos, demasiado apasionados y, por lo tanto, sexuales? Me temo que podríamos haberlo hecho.
Diría que hemos encadenado la expresión de alegría a la sexualidad, sin permitimos éxtasis, lujuria y pasión en nuestras vidas. Solo en nuestra sexualidad cedemos al reflejo físico que induce la alegría, aquí está permitido, aquí se expresa.
Sí, la alegría es es sexy. La alegría afirma la vida. ¡Es buena, es poderosa y es divertida!
A veces se libera de la habitación para encontrar su expresión en movimiento en la pista de baile. Sin embargo, aquí tenemos muchos testigos y nuevamente es difícil para muchos exponer, mostrar, compartir pasión, lujuria, éxtasis a través de la voz y el cuerpo. Incluso aquí tratamos de esconder, controlar, superar esta verdadera y poderosa expresión de la vida.
Pero nos acercamos un poco y cuanto más bailamos, más conscientes somos de esta fuerza hermosa y estimulante, más podemos permitirla y sentirnos muy, muy bien.
Es bueno bailar, es bueno expresarse, es bueno permitirte a ti mismo y a los demás verte en este estado de éxtasis, sin culpa ni vergüenza, y sin la idea de que este poder sea un secreto oculto.
La alegría es una emoción natural para todos nosotros, se puede desencadenar fácilmente, no es nada que necesitemos aprender o lograr, ya está en nosotros como nuestra ira y nuestra tristeza.
Simplemente podemos permitir que se exprese, esta poderosa fuerza llenará todo nuestro ser y por un momento podemos dejar de lado todas las ideas de vergüenza y que nos mantienen deprimidos y controlados. Podemos decir sí a la vida y a todos sus placeres lujuriosos, todo es éxtasis.
Todas las expresiones de alegría son hermosas, cuando eres testigo de una, te alegra. La alegría es fácil de compartir, es natural y es curativa. Es el contrapeso definitivo para todo lo que es serio y pesado en nuestras vidas, para todo lo que nos pone tristes y cansados. Y ya está aquí. En todos nosotros, todo el tiempo. Su único esfuerzo es la falta de esfuerzo, su única limitación es el control.
¡Así que dejémonos embriagar por la alegría, hay que dejarse llevar, buscar activamente oportunidades para hacerlo!
Bailemos y celebremos más, disfrutemos más de la alegría, dejemos que nuestros cuerpos expresen lujuria al permitir esos sonidos de placer siempre que lo desee. Permite que la risa sea salvaje y libre, permite que la sonrisa se extienda por toda tu cara y cuerpo, donde sea que estés. Haz el baile feliz cuando lo desees. Siempre. Permite que tu alegría te mueva, se mueva a través de ti, permítele aliviar tu dolor, sanar tu pena y elevar y alegrar tu espíritu.
¡Es verano, permítete bailar, amar, celebrar y disfrutar!
Con amor
Eliza Charu Hermsdorf
Cofundadora de DIMA Mallorca, un centro para la vida consciente
Mediador y consejero de conflictos en MediateBerlin
www.mediateberlin.com
